El modelo pedagógico constructivista, concibe el aprendizaje como resultado de un proceso de construcción personal y a su vez colectiva de los nuevos conocimientos y actitudes, a partir de los ya existentes y en cooperación con los compañeros y el facilitador. Es viable ya que posee una serie de propuestas o métodos que permiten y facilitan desarrollar el objetivo de su proyecto de gestión cultural, entre estas podrán encontrar:
La metodología activa: Siguiendo a Moisés Huerta, donde menciona “un método es activo cuando genera en la persona-colectivo una acción que resulta de su propio interés o necesidad” Los facilitadores en ese sentido, deben propiciar dicho interés planificando situaciones de aprendizaje estimulantes. La metodología activa se debe entender como la manera de enseñar que facilita la participación voluntaria y la motivación.
Aprendizaje por descubrimiento: No hay forma única de resolver los problemas. Antes de plantear a las participantes soluciones, los facilitadores deben explorar con ellas diferentes maneras de enfrentar el mismo problema, esto quiere decir, que la participante puede cuestionarse de manera flexible sobre el problema para así encontrar la solución por sí misma.
El aprendizaje cooperativo y dinámico: En la enseñanza se debe desarrollar un conjunto de actividades que propicien la interacción de la persona-colectivo con el medio, con sus pares o el facilitador, privilegiando dinámicas que pueden ser individuales, en pares, en equipos pequeños y en grupo grande. Del mismo modo hay que preocuparse por implicar a la persona-
Colectivo en el proceso de aprender.
Aprender imitando modelos: Este enfoque resulta especialmente importante para la enseñanza aprendizaje de contenidos actitudinales, lo cual es una debilidad en la mayoría de propuestas. De acuerdo con ella, “la persona-colectivo desarrolla una llamada capacidad vicaria, la cual le permite el aprendizaje por observación, mediante la imitación, por lo general inconsciente, de las conductas y actitudes de personas que se convierten en modelos, cuyos patrones de comportamiento son aprendidos en un proceso de aprendizaje de tres fases: atención, retención y reproducción”. Con relación a ello, lo más importante es que con la práctica las personas-colectivos aprendan y desarrollen sus destrezas.
En este modelo pedagógico también se ve por decirlo así un diseño curricular por competencias, donde se identifica el conjunto de conocimientos, saber ser y saber hacer organizados que el sujeto de la capacitación necesita para ejecutar adecuadamente una tarea concreta, por lo tanto lo facilitadores juegan un papel determinante en el momento de planificar; así mismo una competencia es un conjunto de capacidades, una macro habilidad que integra tres tipos de saberes:
El saber conceptual: Se refiriere a la habilidad para el manejo de conceptos, datos, informaciones y hechos.
El saber procedimental: Está relacionado con la habilidad para ejecutar una acción o secuencia de acciones siguiendo métodos, técnicas y/o estrategias adecuadas a la resolución de una tarea concreta.
El saber actitudinal: En si afecta a la habilidad para vincular el saber y el saber hacer a valores, principios o normas que configuran nuestras actitudes, asegurando que la búsqueda del éxito y el progreso personal-colectivo no se contradigan con el bienestar social.
Así que este diseño curricular debe aportar:
a) Una Fundamentación, es decir, la explicación de las razones o motivos que justifican la necesidad del programa de formación que se plantea
b) Los objetivos, referidos al propósito de enseñanza, definidos en función a las necesidades de aprendizaje identificadas.
c) Los Perfiles, o determinación de las características de la persona-colectivo a quien va dirigida el programa, para así saber la estructura curricular básica que cumpla todas las características.
Así que le corresponde a los facilitadores planificar cada sesión de aprendizaje, teniendo en cuenta las secuencias formativas que permitan poner en práctica las actividades previstas y así lograr las competencias planteadas y que también se cumpla de acuerdo son su propósito.
Los facilitadores consideran apropiado este modelo pedagógico para el desarrollo de su proyecto, ya que genera o requiere que la población trabajada actúe en la práctica de manera voluntaria y activa. Además de ello porque durante la etapa de desarrollo de la población a trabajar es más fácil la adquisición de conocimientos y movimientos, aprovechando el derroche de movimientos y el interés de hacer las actividades pre-deportivas que generan una competencia colectiva y que a su vez generan un avance de manera personal e individual. Así basándose en la teoría según los siguientes autores:
Vygotsky propone también “la idea de la doble formación, al defender de toda función cognitiva aparece primero en el plano interpersonal y posteriormente se reconstruye en el plano interpersonal”, es decir se aprende interacción con los demás y se produce el desarrollo cuando internamente se controla el proceso, integrando nuevas competencias a la estructura cognitiva existente. Además enfatiza la influencia de los contextos en dicho desarrollo y del rol activo del maestro o en este caso de los facilitadores que conceden en los estudiantes el desarrollo de estructuras mentales para construir aprendizajes más complejos y así mismo el estudiante aprende más eficazmente cuando lo hace de forma cooperativa y/o colectiva. Vygotsky ha logrado que el aprendizaje no sea considerado como una actividad individual y por lo contrario sea entendido como una construcción social.
“El constructivismo Se basa en como las personas construyen su propio conocimiento y entendimiento sobre el mundo, a través de su experimentación y reflexión sobre las mismas” Jean Piaget, esto quiere decir que el estudiante actúa de manera activa, y aun así con la ayuda de los facilitadores, que les brindan herramientas que les permiten crear sus propios procedimientos y tener interacciones con los demás en el día a día.
El principal aporte de la teoría de Ausubel al constructivismo es un modelo de enseñanza por exposición, para promover al aprendizaje significativo en lugar del aprendizaje de memoria. De acuerdo al aprendizaje significativo, los nuevos conocimientos se incorporan de una manera propia en la estructura cognitiva del estudiante, cuando este relaciona los nuevos conocimientos con los anteriormente obtenidos. Otro aporte al constructivismo son los “organizadores anticipados”, los cuales sirven de apoyo al estudiante frente a la nueva información, funcionan como un puente entre el nuevo material y el conocimiento previo al alumno. ”Para lograr el aprendizaje significativo además de valorar las estructuras cognitivas del alumno, se debe hacer uso de un adecuado material y considerar la motivación como un factor fundamental para que el alumno se interese por aprender” David P. Ausubel.
Para el constructivismo la enseñanza no es una simple transmisión de conocimientos, es en cambio la organización de métodos de apoyo que permitan a los alumnos construir su propio saber. No aprendemos sólo registrando en nuestro cerebro, aprendemos construyendo nuestra propia estructura cognitiva. Es por tanto necesario entender que esta teoría está fundamentada primordialmente por tres autores: Lev Vygotsky, Jean Piaget y David P. Ausubel, quienes realizaron investigaciones en el campo de la adquisición de conocimientos del niño.
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